jueves, 12 de enero de 2012

Día 05 – Una canción que te recuerde a alguien

Aquí es imposible escoger solo una canción. Para mí es completamente imposible. Quinto día del Proyecto y sigue siendo igual de difícil. Hay muchas canciones que me recuerdan a muchas personas y todas muy importantes para mí. Por eso, tengo que elegir más de una canción para sentirme bien conmigo mismo al terminar esta entrada...

Comencemos pues por el repaso al ámbito músico-personal de Johann Kalinor:

Puedes contar conmigo, sinceramente es una de las primeras canciones en las que he pensado para este día. Lo que te conté mientras te hacías la dormida es el álbum que acoge este tema, La Oreja de Van Gogh quienes lo compusieron. Cómo no me va a recordar a alguien esta canción, me recuerda a mi inseparable María, mi confidente y esa persona con la que comparto el día de la semana en que cae nuestro cumpleaños excepto en los años bisiestos. La persona que supo todo un 13 de septiembre, un día 13, cómo no. Esa persona a la que [quierodemasiado] y con la que he intercambiado miles de veces un 13loves13because13=13. El 13, nuestro número, un número que dio nombre al blog que compartí con ella, un blog que me inició en esto del mundo blogosférico, un blog al que guardo un cariño especial... 13.TRECE. Esta es nuestra canción, una canción que resume a la perfección todo lo que hemos vivido juntos y todo lo que aún nos queda por vivir...



Otra de las primeras canciones que se me vino a la cabeza para coronar esta quinta jornada del Proyecto, no pudo ser otra que We are young. Una canción cuyo compositor, francamente, desconozco. Sin embargo, sí que conozco y muy bien la versión que hizo una serie que nos encanta a mí y a la persona a la que tanto me recuerda esta canción, Glee. Una versión que a los dos nos emociona cada vez que la escuchamos y una versión que nos hizo llorar como colofón de ese capítulo. La persona a la que conocí hace ya unos cuatro años, un pianista con el que tuve la gran suerte de compartir clase colectiva y clase de Coro. La persona que me regala los abrazos más llenos de significado que nadie jamás será capaz de regalarme, la persona a la que llamarla "mi amigo" no es suficiente y por eso la llamo "mai frién", las dos palabras en un idioma que ni existe más llenas de significado que jamás encontraré, tanto significado como cada uno de sus abrazos. Miguel, el de las tres emes, ese chico guapo de ojos azules, ese amigo que siempre está ahí para todo, ese cantante frustrado (como un servidor) y ese pianista prodigioso (de lo que no puedo decir lo mismo sobre mí). Esta canción me trae a la memoria todos los momentos a su lado, todas las conversaciones, todas las tardes en el aula de Mariló aún en grado elemental, todas las tardes en las gradas del Coro de las clases de Carmenglo cantando codo con codo (voz con voz, mejor dicho), esos conciertos de Coro en el Ciudad de León en los que nada hubiera sido ni parecido sin su compañía, sin su apoyo y sin sus risas en los camerinos antes de salir a escena, la euforia que sentí cuando supe que me tocaba con él en clase, la alegría que me dio que volviera de Finlandia... Y en el momento culminante de esta canción, cuando la emoción es insalvable y a veces mis selectivas lágrimas deciden salir de mis ojos, solo entonces, rememoro uno de esos regalos que te da en forma de abrazos, y se me escapa una amplísima sonrisa...



En este día del Proyecto no puede faltar tampoco otra canción que me recomendó escuchar una perfecta amiga, aunque ya la conocía desde hacía tiempo. También es de Glee y no es raro, porque a esta chica lo americano le apasiona, como a mí. Sueño que un día pueda ir con ella a Nueva York y nos lo pasemos en grande paseando por Central Park y embobándonos yendo a un musical en Broadway. Ella me dijo que escuchara esa canción para pensar en otra persona, pero cada vez que la escucho pienso en ella. Desde ese momento, todas y cada una de las veces que la escucho pienso en ella. I wanna hold your hand, cantada por ese desgraciado Kurt ante la casi pérdida de su padre. Y yo quiero estrechar su mano porque es la que mejor sabe consolarme, y quiero estrechar su mano porque no hay otra capaz de darme más calor, y quiero estrechar su mano porque me siento seguro a su lado, y quiero estrechar su mano porque sé que así podré llegar hasta el fin del mundo con ella. Solo con ella, con Lili (Amazonas Sfinter). Esa chica con la que me hicieron un reportaje los de la tele, esa chica con la que grabo vídeos destornillantes, esa chica que se queda hasta las 4:00 de la madrugada en el chat porque su bobo amigo le dice que está mal, esa chica que pase lo que pase estará ahí para hablar contigo en inglés, esa chica que no es capaz de hacerte sentir mal en ningún momento salvo cuando no sonríe a cada segundo que pasa. Quiero estrechar su mano, por hoy y por siempre, porque al escuchar esta canción pienso en todos esos veranos que nos quedan a los dos por delante, en los que haremos muchos viajes en tren a San Feliz o cualquier lugar similar...



Me pidió que la aprendiese a tocar al piano para su cumpleaños, y así lo hice (al menos puse todo de mi parte para tocarla medianamente bien). Una canción del celebérrimo Ludwig van Beethoven que a esta amiga mía le entusiasma. Una canción cuyas corcheas y cuyos acordes son tan suaves y melodiosos como la poesía de esta amiga mía, que escoge con esponjas las palabras para que suenen como campanillas en flor. Claro de Luna me trae a la memoria a Henar y el tiempo con ella. Esas tardes de verano, esas de invierno, esos encuentros fortuitos al volver del instituto a casa entre semana, esos domingos cuando nadie sale y León es depresión, esa tarde que me enseñó por primera vez su libretita de poemas... Cada vez que comienzan las notas de este movimiento de la decimocuarta sonata de Beethoven en Do sostenido menor, su sonrisa se hace presente en mi cabeza para seguir ahí aun cuando el último acorde de la pieza ya se ha extinguido. El recuerdo me inunda y me traslada, me traslada a una Tierra de Campos donde tanto le gustaría a Henar vivir, entre los agrestes cultivos y las colinas claras, entre puestas de Sol y claros de Luna...



Y no, no está completa esta entrada. Faltan muchas personas muy importantes para mí también, pero es una pena que ellas no tengan una canción específica como estas cuatro personas a las que quiero sin medida que me traiga su imagen. Así acaba mi quinto día de Proyecto, estrujándome las neuronas para encontrar más canciones de recuerdos que sé que hay... Granada me recuerda a mi abuelito Virgilio, Let it be a mi Tata Cris... Personas que no están, pero que siguen siendo. Son en mi interior y son aire y música cuando escucho estas canciones que me recuerdan a ellos y lo mucho que les sigo queriendo. Acabo de sentir cosquillas en mi mejilla; han sido ellos dos que, allá donde estén, han lanzado un beso para mí. Lo sé. Lo siento aquí dentro, cuando escucho estas canciones...

3 comentarios:

  1. Me alegro de que te ayas acordado de mi con esa gran canción y como debes ya de saber puedes contar conmigo para lo que quieras. You know I know. Tendrás tu merecido especio en mi día 5.

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  2. ME ENCANTO!
    muchas gracias Juanchi, me alegro tanto de que tú me la puedas tocar tan bien.. :)

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