jueves, 26 de enero de 2012

Cuando me querían...

La tristeza y la impotencia me recorren, se apoderan de mí e impiden que mi felicidad se manifieste al exterior. Había creado un mundo de tolerancia y de aceptación que distaba mucho de ser real. Había visto amor donde en realidad había lástima, mucha lástima, tanta que se acercaba al cariño.Viví una mentira tan bonita que me resistí durante mucho tiempo a verla, creyendo que la vida podía ser, si no rosa, roja clara. ¿Que en qué vi la enorme falacia en la que estaba inmerso? En el día a día. Los comentarios, la ignorancia completa que vivía, la poca consideración, las falsas palabras de reconforte, el rechazo al amor que intentaba dar... Entonces descubrí que era lógico, en parte. No soy normal, por suerte o por desgracia. No soy como debería ser y eso hace que jamás pueda llegar a ser querido de verdad. Nadie estará orgulloso de mí y nadie querrá juntarse conmigo más allá de lo profesional. Gotas pesadas y abrumadoras brotan de mi lacrimal agolpándose en mis ojos, distorsionando aun más si cabe mi visión del mundo. El corazón me martillea el pecho, que me duele de sentir que quiero mucho más de lo que me quieren. Mi mente, en cambio, es todo raciocinio: me habla de la lógica y lo comprensible que es todo lo que he vivido y la actitud de los demás. Así debe ser, porque yo soy diferente. Suficiente con la lástima cercana al cariño, más que suficiente para mí. No dejo de ser un error en la genética o un mal cálculo de Dios. Me consuelo al pensar que también las bellísimas estrellas tintinean y son imperfectas en el firmamento, que tienen su parte rara y grotesca. Pero yo me sentía bien en mi mentira, me sentí importante en aquellos felices días, cuando miles de libélulas disfrazadas de amistad volaban a mi alrededor diciéndome que me querían en un idioma irreal. Unicornios, dragones, pegasos, hadas y arcoírises poblaban mi vida entonces. Ya he descubierto que eso no son más que disfraces que tiene la pena y la compasión... Ya me da igual, quiero ser feliz aunque sea feliz en una mentira. Aunque no sea como el resto, creo que yo también tengo derecho a ser feliz. La Magia puedo crearla yo, puede ser Magia de mentira y artificio aunque no sea tan mágica como la Magia que me podrían dar otros con su amigable calor. Me siento extraño y me siento defraudado, pero sonreiré al mundo y levantaré la barbilla. Porque aunque dolido y molesto, no me daré por vencido. Que nadie confunda esto con orgullo; esto es dolor ante una realidad, dolor al descubrir que cuando alguien me quería, todo era lo mejor...






1 comentario:

  1. Eres como todos los demás, otro del monton. Pero tienes algo que muchos nunca tendrán y que te lo dejo a tu imaginación.
    Puede que seas especial, pero no por lo que dices ser, sino por lo que eres en realidad, más allá de todo aquello que crees mágico, y esta ahí aunque no quieres verlo.
    Ser fuerte es algo más que hay que hacer en la vida, nos toca a todos hacer lo mismo cuando muchas cosas no nos gustan. Aunque es así, ¿no?.
    La vida tiene partes buenas y malas, y somos lo que somos porque somos así, y no hay que cambiar para ser aceptado. Y tu no tienes que temer, porque si eres tal cual eres ahora mísmo (siendo un peliiin menos pesado), tienes la mitad del camino hecho, la otra mitad tienes que decidir recorrerla.
    Ahí queda eso.

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