sábado, 26 de febrero de 2011

Fuegos artificiales.


Un fuego artificial.
Peculiar artefacto.
Ese pequeño gran invento del ser humano que te sobrecoge siempre que los contemplas. Su estruendo es mayúsculo, en cambio a ti te hacen obligarte a permanecer en un absoluto silencio. Nos hacen rememorar cosas, en la noche, fiesta, navidad... Un fuego artificial que no se parece en nada al fuego convencional, a las llamitas naranjas que viven dentro de la chimenea. Un brillo efímero, como la vida humana. Un brillo que deja un pequeño rastro en el cielo que luego se desvanece, como la vida humana. Un brillo que, después de un cuanto tiempo, no te acuerdas de su forma ni de su color, como la vida humana...
Al fin y al cabo los inventos humanos no son más que reflejos de nosotros mismos en otros materiales, en otras cosas...


Y hablando de fuegos artificiales, quizá Katy sea ya un poco un tópico, pero hay que ir mas allá y entender el significado del tema. Somos únicos, inigualables, seamos como seamos, nos guste lo que nos guste... Tenemos que atrevernos a gritarle al mundo, tenemos que atrevernos a enseñarnos al mundo, a cegar al mundo como lo hacen los fuegos artificiales... Hay que brillar y luego no dejar rastro, como la vida humana...