viernes, 4 de marzo de 2011

Afiúúúúúú.

Bueno.
Reescribo desde una tranquilidad más o menos plena. Ya hemos interpretado la Wedding March de Mendelsójen y, modestia aparte, nos ha quedado que ni pintao. De hecho varios de los oyentes (y me refiero a oyentes de peso como altos rangos conservatoriles, es decir, profes) han calificado nuestra interpretación SINCERAMENTE como la mejor (the best). Lástima que no hubiera habido votings (and, finally, twelve points from Portugal go to... ¡¡Kosovo!!) como el año pasado, pero así es la vida. Me he quedado super agusto porque lo hemos hecho bien, he dicho. Estoy seguro que el espíritu de Mendelsójen que deambula de aquí para allá, vino hoy un ratito a León mientras tocábamos...
Cada día estoy más contento de ir al Conservatorio. Sí. Es duro, no vamos a negarlo, y no, tocar un instrumento no es coser y cantar, pero es tan gratificante (solo a veces, también hay que decirlo) y te lo pasas tan bien, que, al final, todo merece la pena.

Y hoy me asalta (bueno y ayer seguro que también me asaltó) un deseo reconcomedor de poder dibujar bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen :(
O medianamente bien, para poder subir mis viñetas o ilustraciones que se me ocurran aquí a PEM. Porque a mí en la cabeza se me ocurren... Se me ocurre todo: el trazo, el color, las formas... ¡¡¡¡¡TODO!!!!! Pero cojo un boli, lápiz, pinturilla, o cualquier otro instrumento escribidor, y lo único que consigo son borratajos y abstracciones (que, sometimes, me quedan bien y todo), pero que no son lo que yo tenía in my mind.
Hojalá pudiese dibujar así de bien como mi compañera y sin embargo amiga Miss M. Praliné o como El Cronista de Salem (ambos links os llevarán a sendos blogs que admiro y recomiendo expresamente visitar)... Pero en fin, supongo que la vida (y la magia) me habrán deparado otras habilidades... Que... Espero descubrir pronto, jo.

Y, así, para terminar, ahora estoy recordando una canción que ya publiqué en mi etapa TRECE, y que me inspira tantas cosas y tan chulas y tantas ganas de vivirlas y tan neoyorquinas y tan tranquilas y tan amistosas y tan movidas y tan íntimas... Que no sé como definirlas. Y la susodicha canción es TWINKLE TWINKLE una canción pop(ular) versionada por Fredrika Stahl, cantanta que me gusta bastante-mucho.
Ahí queda, un trocito de magia convertido en música actual...

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