lunes, 5 de diciembre de 2011

Dieciséis.

Este es el primer cumpleaños que vivo con Peut-être Magic, el primerísimo... Lo que quiere decir que, dentro de nada, este blog cumplirá su primer añito: en enero. Esta entrada no será una de las larguísimas que hay en este blog, pero es mi primera entrada de diciembre, y es justamente en el día de mi cumpleaños. Hace una hora más o menos que tengo ya dieciséis años (la vejez decrépita, jaja), nací alrededor de las 18:30 del martes 5 de diciembre del 1995, en Logroño. Salí de la tripita de mi mamá cuando fuera nevaba mucho, muchísimo. En La Rioja estuvo nevando casi tres días seguidos...

Desde aquel momento, una persona llamada Juan Fernández Polo (se la conoce por Juan, Juan Polo, Juancho, Juanete, Johann o Johann Kalinor) que es, por cierto, la creadora de este blog, ha vivido miles de experiencias y momentos. Desde aquel momento han pasado ya dieciséis largos años; con sus más y con sus menos, con familia y amigos. Se han ido dejando personas atrás, muchas no merecían la pena. También se han ido conociendo nueva gente, hace muy poco tiempo y son personas que no se pueden definir con palabras. Personas que llenan de buenas sensaciones mi día a día. Personas que hacen que esa personita sea más feliz. Personas como PaulaHenarMaríaBea... y muchas más. En particular cuatro de esas personas, MiguelInés, Patricia y Sara han ido esta mañana al portal de mi casa y me han cantado el cumpleaños feliz, con quince velas derretidas y un donuts de colores. Y me he sentido el ombligo del mundo por un momento. No me habían hecho una cosa parecida (aunque sí cosas tan guays como la fiesta sorpresa organizada por algunas de las cuatro chicas arriba linkeadas), y fue entonces cuando me di cuenta de la suerte que tengo al tener amigos tan detallistas, tan geniales, tan humanos, tan increíbles, tan estupendos, tantas cosas... que muchas no se pueden definir con palabras. Gracias a esas cuatro personas especialmente, hoy no he dejado de mantener una amplísima sonrisa en mi boca.

Y estoy seguro de que jamás se borrarán de mi memoria esos recuerdos de cumpleaños, ese amor que se da sin esperar nada a cambio más que el más sincero de los "gracias" y una mirada cargada de más amor incondicional. Estoy seguro de que esas personas harán cada 5 de diciembre perfectamente especial. Estoy seguro de que yo me sentiré siempre afortunado de tener a esas personas a mi lado. Es mi cumpleaños y la emoción está permitida, y viene de la mano de ciertas personas que cada día hacen que ese pequeñajo que nació a las 18:30 del martes 5 de diciembre de 1995 en la capital riojana, sea mucho mejor persona.

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