miércoles, 22 de junio de 2011

¡Tengo que decirlo!

Hoy haré, extraordinariamente, dos entradas un mismo día.
He ido, junto con mi genialgenística amiga Bea, al concierto de la entrega de Becas de la fundación Monteleón a alumnos de los tres conservatorios de León (Astorga, Ponferrada y León) y, tengo que decir, que de allí ha salido un Johann nuevo, completamente. ¡¡Qué concierto!!

Clarinete, violín, piano, acordeón, saxo, canto... Todo me ha encantado, todo; y una vez ha vuelto ese pensamiento, esa posibilidad de ser un músico con todas las letras algún día de mi vida. Es lo que quiero, realmente. Ahora sí me doy cuenta, creo que es lo que quiero más que ninguna otra cosa, hoy por hoy. Pero bueno, centrándonos en el concierto (que es para lo que he creado esta entrada), he experimentado cosas que nunca antes hubiera pensado que podía experimentar viendo un concierto tan profesional y tan <<de casa>> al mismo tiempo. Me ha encantado y, de verdad, ¡qué alumnazos hay! Desde mi humilde opinión, creo que me costará (y mucho) llegar a su nivel si es que algún día llego.

Si me tengo que quedar con una obra en concreto, si tengo que elegir una sola; esa es, sin duda, Granada de Lara. La ha cantado un tenorazo de Le Conservatoire muy majo y me ha encantado, me ha emocionado...  Me ha gustado muchísimo, además, porque le encantaba a mi abuelito Virgilio... A él le gustaba mucho cantada por Alfredo Kraus...


La canción Granada en particular ha sido la explosión de Magia de hoy, una explosión que casi pude ver... Una explosión de colorido, de alegría, de viveza, de recuerdos... Una explosión mágica de sonidos que salió de la voz de un tenor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario