Estoy redescubriendo Dile al Sol, de (por supuesto) La Oreja de Van Gogh. La verdad es que el grupo donostiarra es mi favorito, el que me acompaña desde los tres años. De momento solo conocía al dedillo todos sus álbumes desde El viaje de Copperpot, álbum que, para mí, es el mejor de toda su carrera. Del susodicho Dile al Sol conocía apenas tres canciones: El 28, Cuéntame al oído y Soñaré. Pero me pregunté qué clase de fan de La Oreja era sin haber escuchado su primer disco, ese que les abrió paso en el mundo musical hasta ahora...
Dentro de poco van a sacar un nuevo álbum, Cometas por el cielo, que me va a gustar seguro; es de La Oreja de Van Gogh. A medida que ha avanzado el tiempo, la música de La Oreja se ha vuelto más comercial, sí. Lo reconozco, me encanta la música comercial, me pierde. No toda música comercial, claro; pero sí me gusta. Y no me parece mala música en absoluto. También me gusta la música no comercial y bastante, pero quizá no haya habituado mi oído del todo.
El caso es que, ahora mismo, mientras escribo, estoy escuchando canción a canción Dile al Sol... Y me está encantando. No, más que encantando. Se nota que la voz de Amaia es algo diferente, pero siempre así de característica. Me parece que tiene unas letras perfectas (como casi todas las canciones de La Oreja, la letra no falla) y unos sonidos francamente inspiradores. Estoy convencido de que Dile al Sol es muy mágico, mucho. Tiene esa Magia del primer disco, de la ilusión que seguro sintieron los cinco, de los nervios con el primer single... Que me está encantando, vaya. ¡Ah! Aclaro: que nadie se crea que nunca antes había escuchado Dile al Sol, sí, pero no entero de un tirón. Había escuchado una canción aquí y otra allá. Aseguro que he escuchado hasta la saciedad Soñaré, Dile al Sol, Cuéntame al oído, El 28... (una de ellas incluso la tuve de tono de llamada, fíjate tú) todas esas canciones me han acompañado desde siempre. Pero hoy, ya con una mente algo más madura que la mente que escuchó por primera vez este disco, he redescubierto el primer álbum de mi banda favorita. Me he topado con Dos cristales, Qué puedo pedir o El libro. Y la frase que he puesto de título, me parece, simplemente, sublime. Me encanta.
¿La canción a la que pertenece? Una canción, cómo no, magiquísima:
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