domingo, 8 de mayo de 2011

¡¡¡CLAVINOVAS FUERA!!!

El viernes, Mendelssójen y su gran Marcha Nupcial volvieron a ser interpretados por nosotros, los Summer Night (ya con nombre y todo). Pero la canción sonó 4680000000000000 de veces peor. No puedo decir que nosotros la interpretásemos mal, no fue así... Fue que sonó mal. Y sonó mal porque aquello con lo que tocamos la canción era una caca. Un clavinova. Un cacavinova.
HORROR.
Qué injusticia. Decepción es la palabra que mejor define los sentimientos de los Summer Night. Grupos que tocaron en un piano Baldwin de cola entera, abierto. Era un concurso, sí... El concurso de conjunto. Ganaron los acordeones... Como siempre. En fin, prefiero no hablar. La verdad es que salimos a gusto con nosotros mismos, y creo que es eso lo que cuenta. Aunque que hayamos tocado una canción mágica, preciosa y que la habíamos trabajado como nadie, mucho, muchísimo y más, en un clavimierda de esos.

Y esta noche he visto la obra de un francés para el Reino de León.
Qué PASADAZA. Fue Magia.
Era arte. Una forma novísima de arte.
Diseños para proyectar en la fachada de la Basílica de San Isidoro.
Precioso.
No tengo palabras.
Hay que verlo para sentirlo, porque esto es para sentirlo.

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