Hoy es el día en el que los ciudadanos <<elegirán>> qué políticos dirigirán algunos de los inventos esos de las comunidades autónomas y todos los municipios de Espéin.
El 22M, eso es, elecciones municipales y autonómicas.
Pero hay otro número que acompaña a nuestra querida letra M que, probablemente, tenga mucho más signficado que el 22M (y eso que el 22 es mi número favorito, me duele en mi espíritu infantil). Y ese número es el 15, la niña bonita, el 15M (fíjate, mi edad... Todo esto tiene que ver indirectamente conmigo... ¿Casualidad?... Sí, obviamente). Los ciudadanos se han levantado con un grito. Un grito pacífico y reivindicador. El espíritu juvenil a renovado la ciudadanía desde dentro, y con juvenil no me refiero a la edad de la gente que se manifiesta en Sol, en Catalunya, en Botines o en cualquier plaza de España, sino a la edad del movimiento. Esa juvenilidad que a todos nos pinta una sonrisa en la cara. Ese detalle de fuerza sin violencia... Ese destello de luz entre oscuridad marrón... Ese Sol, la plaza de Sol, que ilumina con fulgor.
Antes veía estas elecciones como las anteriores autonómicas y municipales (quizá un poco más maduramente, he crecido, pero no me importaría volver a la inmadurez feliz de un niño), unas normales y corrientes. Ahora no. España ha despertado. Hemos despertado... Espero que la Historia no se repita, como siempre pasa, que seamos creativos, que la reinventemos desde dentro. La Magia de los humanos... La creatividad plena.
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