Llueve... Otra vez
¿Por qué no decirlo? Es el típico lunes, un lunes de los gordos: llueve, el cielo es gris, hoy han vuelto las clases y, además, es lunes.
Aunque si no existiesen los lunes, no podríamos saborear de la manera que lo hacemos la dulce fragancia de un viernes por la tarde.
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